sábado, 9 de enero de 2010

MARACANA


16 de julio de 1950
MARACANA, 16 de Julio 1950 URUGUAY CAMPEON


Página gloriosa para el fútbol de Uruguay, del mismo Uruguay que había conquistado en Colombes en el 1924 el título de Olímpico que lo revalidó en Amsterdam (1928), venciendo en la final a Argentina en un histórico y memorable 2 a 1. Triunfos estos que lo convirtieron en la primer sede de disputa de Un Campeonato Mundial de Fútbol, organizado por F.I.F.A, y poniendo en disputa la Copa Jules Rimet, en honor al Presidente de dicha Federación.

Montevideo se viste de gala estrenando el entonces majestuoso Estadio Centenario, precisamente festejando el centenario de nuestra independencia. Otra vez quiere el destino que a la final lleguen los dos equipos que representan a ambas márgenes del ancho río. Argentina y Uruguay, ya en una postrer controversia deportiva, dirimen el primer campeonato mundial de fútbol. Ya no causa asombro al Viejo Mundo, que los ignotos "indios charrúas" como fuimos bautizados en el 1924 y nuestros hermanos más dilectos y más cercanos, polaricemos la atención futbolística del azotado Mundo de ese entonces, sobretodo en las regiones europeas, azotadas por las tristes consecuencias de la Primer Guerra Mundial. La balanza, coquetea con el Río y sus olas que a lo ancho y largo recorren el estuario del Nuevo Mundo, y a su vez con el dictado de la justicia, enancada en la vergüenza, la garra y las condiciones, hacen posible que luego de un emocionante 4 a 2, nuevamente URUGUAY, nuestro querido URUGUAY, mi querido URUGUAY, se convierta en el Primer CAMPEON MUNDIAL de FUTBOL. Es que humildemente, las aguas del ancho río, riegan la mejor semilla futbolística que nos dejaron como legajo, aquellos ingleses que poblaron estos países y nombres como los Brown, nos vienen a la memoria a la hora de recoger la mejor cosecha.

· Sólo Don Francisco Varallo queda como recuerdo vivo y presente de aquella épica final. El pibito de Gimnasia y Esgrima de La Plata y Boca, que con sus genialidades muy propias de un crack, asombraba a un estadio repleto, permanece actualmente en perfectas condiciones físicas y mentales, como mejor testigo fiel de una batalla, de la cual mucho se habló y por la cual se derramaron ríos de tinta, con todos los colores posibles e imaginables.

Todo esto a manera de introito de lo que vendría y que, precisamente es el motivo de este humilde recuerdo.

La Primera Guerra Mundial, sigue diezmando a Europa. Los mundiales de la década del 30, o sea 34 y 38, no ofrecen garantías para la presentación de los mejores exponentes del fútbol mundial. Quizás como consecuencia de ello Italia, se ve favorecida con dichas ausencias y logra satisfacer necedidas propias de un régimen totalitario e impune, y logra contar en sus filas jugadores de la talla nada menos que de "El doble ancho" Monti. Raimundo Orsi también anduvo por aquellos pagos y de esa manera consecutivamente, logra el título de mejor - a medias- en ambas ocasiones.

Segunda Guerra Mundial y el fútbol ya no compite a nivel mundial. Se produce un lógico impasse, y recién en 1950, Brasil tiene a su cargo la organización del nuevo Campeonato Mundial. Aparece en escena y se presenta en sociedad, el más majestuoso estadio de fútbol, que el Mundo pueda presentar en ese momento. Con capacidad para unas doscientas mil personas, es un verdadero monumento construído con la mejor y más sana intención de disfrutarlo a pleno. Por ese momento, el fútbol brasilero aparecía con notorias características propias, que lo convertían en el mejor exponente futbolístico del planeta. Con Argentina ausente debido a problemas políticos locales, una escasa asistencia de representaciones europeas, por hechos de público conocimiento, quedaba la presencia de Uruguay, quizás más por su prestigio anterior, que por las demostraciones de ese momento, como una lejana y posible "contra" de la que sería la fiesta mais grande do mundo.

Él régimen de disputa de ese campeonato Mundial, fué único y distinto. Los cuatro equipos mejores clasificados en sus series, jugarían una rueda final por puntos y todos contra todos, para definir los cuatro puestos en disputa.

Precisamente, más favorecía a los cariocas esa reglamentación, dada la enorme superioridad demostrada por el equipo dirigido por el "obeso" Flavio Costa, en todas las actuaciones previas.

Es así que el domingo 9 de Julio comienza a jugarse esa rueda final. Brasil, en su Maracaná en Río, enfrenta a Suecia, a la que le impone una goleada histórica 7 a 1. Mientras eso ocurría, en San Pablo en el estadio Pacaembú, URUGUAY, lograba el empate en 2 con España, con un gol agónico de Obdulio Varela, como consecuencia de un largo remate de fuera del área, dejando sin chance a Ramallets, famoso golero español.

Segunda fecha que se disputó, no estoy muy seguro si miércoles o jueves, pero que enfrentó, en Río a Brasil (6) con España (1) Apabullante demostración de fútbol de los piloteados por Adhemir, que demolieron en poco tiempo a los temidos españoles, entregados a la buena potencia del famoso centrodelantero Zarra que ni melló en un ápice los riesgos norteños. El carnaval carioca festejaba a pleno esos triunfos, y ni siquiera tenían en cuenta el triunfo que a la misma hora en Pacaembú, obtenía URUGUAY sobre Suecia con un resultado de 3 a 2, y conseguido luego de ir siempre en desventaja.

Así llegamos a la definición de ese petit torneo que consagraría al Campeón Mundial. Brasil con cuatro puntos, aventajaba por uno a URUGUAY, que había conseguido tres. Por lógica consecuencia, con sólo empatar se alcanzaba la consagración final. Pero ni siquiera el más pesimista de todo el universo, podía presagiar lo que ocurriría a la postre, ese histórico 16 de Julio, del que hoy nos separan 59 años de distancia. Río era carnaval anticipado, todo previsto para festejos que se soñaban interminables. Lo más inimaginable y descabellado que se le ocurriese a alguien era poco para desatar esa alegría, que ya no estaba contenida, que se expresaba en cada momento, en cada lugar, y se agigantaba cada vez más en espera de la hora del trámite en que se iba a convertir, eso que ni siquiera tenía visos de final.

Lo demás, lo ocurrido en la cancha, no se los voy a contar. Quien no lo sabe. Quien deja de reconocer tanta gloria junta. Sería demasiado reiterativo, que el primer tiempo terminó 0 a 0. Qué a los 3' del 2do. tiempo Friazza ponía el marcador 1 a 0 y desataba por sólo 18 minutos, el carnaval más grande que la historia del carnaval mismo, pudiese imaginar. Ya ningún brasilero miraba más nada de lo que ocurría en la cancha, sólo esperaba el grito de algún "desprevenido" que festejaran nuevo gol quizás de Zizinho, de Adhemir,de Jair, hasta el mismo Barboza ellos creían que estaba en condiciones de convertir. A los 21' el silencio empezó a ganar el cemento. Una perfecta volea del "Pepe" Schiaffino ante un centro servido desde la derecha por Ghiggia, se anidaba en las redes de la valla custodiada por Barboza. Un cosquilleo empezó a sentir en el cuerpo todos y cada uno de los habitantes de este hermoso país. Desde Getulio Vargas hasta quien Vd. querido lector
imagine. A los 34´una corrida alocada por la derecha con pases repetidos y punzantes entre Julio Pérez y Ghiggia, terminaba con un remate seco, a media altura, que iba al lugar vacío que quedaba entre el poste y Barboza.

Lo demás lo dijo, dice y dirá la historia. EL URUGUAY VIEJO NOMAS enronqueció gargantas, en Maracaná: las de Solé, Duilio De Feo y Cheto Pellicciari y unos pocos privilegiados testigos de una de las mayores hazañas que cuenta el fútbol mundial.

Ese mismo URUGUAY CAMPEON, marcó la inocencia de un botija que con sólo once años en su haber, deliraba, como quizás jamás lo va a hacer, con la realidad de sentirse campeón del Mundo. Ese mismo botija que allá en la parada final del 125 de C.U.T.C.S.A. ómnibus que iba de la Villa del Cerro a Aduana, en esa esquina veía a diario en el boliche del "Quique" Vizentín a MATIAS y a WILLIAM, Titular y suplente -en ese momento se decía BACK DERECHO- de la Selección que se consagró CAMPEON MUNDIAL.

Se fué una vida. Quedó un recuerdo.Un enorme recuerdo Un hermoso recuerdo Una inimaginable alegría, así lo dijera el inovidable Carlos Solé. Sigo feliz. Sigo orgulloso. Sigo esperando.....Soy egoísta VICTOR HUGO, tendrías que ser más viejo. Así te hubiera podido escuchar decir ahí va ese "meteoro cósmico" en clara alusión, que seguro habrías hecho de Alcides Edgardo Ghiggia. Pero todo en la vida no se puede.......

Mi reconocimiento a todo ese magnífico plantel:

ARQUEROS: Roque Gastón Máspoli (Peñarol) y Aníbal Paz (Nacional)

BACK DERECHOS: Matías González (Cerro) y William Ruben Martínez (Rampla Juniors)

BACK IZQUIERDOS. Eusebio Ramón Tejera (Nacional) y Héctor Vilches (Cerro)

HALF DERECHOS. Juan Carlos González (Peñarol) y Schubert Gambetta (Nacional)

CENTRE HALFS. OBDULIO JACINTO VARELA CAPITAN (Peñarol) y Rodolfo Pini (Nacional)

HALF IZQUIERDOS. Víctor Rodríguez Andrade (Central) y Washington Ortuño (Peñarol)

WING DERECHOS: Alcides Edgardo Ghiggia (Peñarol) y Julio César Britos (Peñarol)

INSIDER DERECHOS: Julio Perez (Nacional) y Carlos Romero (Danubio)

CENTRE FORWARD: Oscar Omar Miguez (Peñarol) y Carlos Rijo (Central)

INSIDER IZQUIERDOS. Juan Alberto Schiaffino (Peñarol) y Juan Burgueño (Danubio)

WING IZQUIERDOS. Ernesto Vidal (Peñarol) y Ruben Morán (Cerro)


DIRECTOR TECNICO. Juan López (Central)

PREPARADOR FISICO. Romeo Vázquez (River Plate)
· La selección brasileña: A la usanza del momento

· Barboza
Augusto (cap) Juvenal

Bauer Danilo Bigode


Friazza Zizinho Adhemir Jair Chico


KINESIOLOGOS. Carlos Abate y Juan Kischberg.

MASAJISTA. Matucho Fígoli. Unico representante de las cuatro delegaciones uruguayas que obtuvieron títulos olímpicos y mundiales.

UTILERO. El Gallego Alvarez-

ARBITRO, que acompañó a la delegación Esteban Marino.

A todos ellos mi más profundo agradecimiento.

Omar Puentes Zignago

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