domingo, 17 de enero de 2010

GRACIAS A LA VIDA


Que hay personas que en la vida resultan agraciadas en la vida, es cierto. Claro está que la misma llega en distintas circunstancias. Algunos en el azar, otros con su salud, otros con sus afectos, otros con sus sensaciones, pero que al cabo de un larga vida, se va repartiendo la misma, no tengo dudas. Creo que eso si, hay que estar preparado para recibir y gozar cuando ello ocurre, y sentirse agradecido de poder disfrutar a pleno, con lo que a cada uno le toca en el reparto. Jasta parecería que el destino sólo se encarga de a determinadas personas acercarnos, casi de forma insólita, al centro del lugar de operaciones donde se encuentra o pasa el éxito. Como podría haber pensado disfrutar quien escribe de un Dakar. Increible, imposible. Quizás hace unos pocos años diría con sorna y que es eso:chino básico. Pues ayer con resultado abultado (71) el pasaje del Dakar ya finalizado por Saladillo, me hizo delirar, gozar, disfrutar de una sensación impensada. Quien fué amante desde niño, de muchas actividades deportivas en mi querido país de distintas caracteristicas, revivió con los Patronelli satisfacciones emotivas retrotrayendo a la memoria, Vueltas Ciclistas del Uruguay, Mil Millas, automovilismo, basketball, boxeo, por cierto principalmente fútbol. Y el azar quiso que Saladillo resultó lugar de pasaje del mismo y coincidentemente mi actual lugar de residencia. Es que parece que lo que el destino quita por distintos rubros, compensa por otros. Si no se explica que un uruguayo nacido en el 1938, emigre siendo simpatizante de Vélez Sarsfield y tenga la enorme fortuna de sentirse nuevamente campeón del Mundo. Como se explica que quien emigró tenga el placer de disfrutar de dos campeonatos mundiales de fútbol, precisamente en el país que eligió, por distintas circunstancias, vivir. Como poder haberme imaginado salir a la ruta a esperar el paso de los Patronelli ganando un Dakar, algo insólito para los de mi época. Para los que saliamos a la ruta a escuchar los relatos de la Vuelta del "Gallego" Regueiro´, con la Spika en nuestra mano. Revivir a la distancia el tan acostumbrado dicho de Corney, "se viene el paso de la caravana multicolor". Ayer la caravana multicolor nos regaló otro paso por nuestras retinas, ya algo dañadas pero que igual pudieron divisar con el tiempo necesario el cuatriciclo 276 y el 231. Ojalá sigan viniendo estos regalos, que seguros estamos, el destino, la vida, el azar nos tendrá presentes en el lugar donde ocurran los hechos. Ayer fué a la vera del camino, en plena ruta, mañana quizás en un estadio, o pegados a la radio o algún televisor. Pero que vengan. Que siga el corso.

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