sábado, 24 de abril de 2010

NEGRO BOLUDO!!!!!!!


El humillante doping de un campeón olímpico
El atleta estadounidense LaShawn Merrit, el mejor del mundo en 400 metros, fue sancionado por consumir medicamentos para extender el tamaño de su pene
NUEVA YORK (ANSA)- El atleta estadounidense LaShawn Merritt, actual campeón olímpico y mundial de 400 metros, afronta un caso humillante de doping positivo, por consumir medicamentos para extender el tamaño de su pene.
El campeón norteamericano dio positivo por consumo DHEA (dehidroepiandrosterona), también conocida como la hormona de la juventud, presente en el medicamento ExtenZe que consumía para agrandar su miembro.
El velocista dio positivo en tres controles entre octubre de 2009 y enero de 2010 y se expone a una sanción de dos años de inhabilitación.
"Cualquier sanción que reciba no ocultará la humillación que siento. He cometido un error tonto (estúpido), inmaduro y egoísta", afirmo Merritt, de 23 años.

viernes, 23 de abril de 2010

LA MEJOR DESPEDIDA

Adiós al que más la defendió
Dejó de existir ayer, a los 71 años, Emilio "Cococho" Álvarez

SILVIA PÉREZ
"Como persona fue lo más grande que hubo. Tuve muchos buenos compañeros, pero él fue de los mejores. Cuando pasé de Liverpool a Nacional me ayudó mucho y me dio buenos consejos. Se me va un gran amigo. Tengo un vacío enorme en el corazón", dijo Julio Montero Castillo, quien jugó junto a Emilio Álvarez en Nacional.
"Cuando yo aún no jugaba en Primera lo iba a ver porque lo admiraba como jugador. Y luego, cuando lo conocí, también lo admiré como persona. Es común que cuando alguien se muere todos digan que era bueno, pero `Cococho` era bueno de verdad. Era un ser especial. Un gran tipo. Un señor", dijo, por su parte, Pablo Forlán, quien lo enfrentó en muchos clásicos y lo tuvo como compañero en la selección durante el Mundial de Londres en 1966.
Los testimonios del compañero y del rival coinciden en la clase de persona que era Emilio "Cococho" Álvarez, quien dejó de existir ayer a los 71 años de edad.
"Fue un gran jugador. Era un tipo grande, pero tenía técnica y buen dominio de pelota. Lo que pasa es que no tuvo suerte, porque tuvo que enfrentarse siempre a aquel equipo de Peñarol que era de los mejores del mundo y tenía excelentes delanteros como Spencer y Joya", agregó el "Mudo" Montero Castillo.
"Como jugador lo admiraba por la técnica, la presencia, la clase que tenía. No era un jugador de pegar, tenía técnica y eso sumado a su altura, impresionaba. Era un grandote impasable", dijo por su parte el "Boniato" Forlán.
"Cococho" jugaba picados en la calles del Cerrito de la Victoria cuando un señor se le acercó y le ofreció ir a las inferiores de Nacional. Corría el año 1954, tenía 15 años y concurrió a su primera práctica en la Quinta División acompañado por varios amigos.
En sus comienzos jugaba como delantero, pero fue en la zaga donde logró destacarse. En 1959 Ondino Viera lo subió a Primera. Defendió al club hasta 1970 cuando pasó a Sud América. Terminó jugando en el interior. Más tarde emigró a Venezuela con el propósito de dirigir, pero terminó trabajando en un taller mecánico. Regresó recién 18 años más tarde.
Las cifras
511 PARTIDOS jugó en Nacional. Fue el que más veces lo defendió
2 MUNDIALES disputó "Cococho": Chile 1962 e Inglaterra 66.
4 VECES fue Campeón Uruguayo con Nacional: 63, 66, 69 y 70.
Bromas en el ómnibus celeste
La canción que nunca llegó a gustarle
ANÉCDOTA. Corría la década del 60 y Emilio Álvarez era indiscutiblemente una de las grandes figuras del fútbol uruguayo. Tanto que hasta le habían hecho una canción que se llamaba "El Gran Cococho", y que pasaban constantemente en la radio. Pero a él, seguramente por su gran humildad, no le gustaba nada. La dichosa canción era tema constante de bromas en el ómnibus que trasladaba a los jugadores de la selección uruguaya que se preparaba para el Mundial de Londres de 1966. "En aquella época yo era un botija y le daba púa a Milton Viera y al `Pepe` Urruzmendi para que lo embromaran con la canción", contó Pablo Forlán. "Entonces hacían un diálogo imitando a los que llamaban a la radio. `¿Me podría complacer con un disco?`. `Cómo no, ¿qué disco quieren escuchar?` `El Gran Cococho por favor`. Y luego comenzaban a cantar a dúo la canción. Se la sabían toda. `Cococho` empezaba a enojarse hasta que llegaba un momento en que no aguantaba más. `¡Bueno, bueno guachos de mierda, pórtense bien o los voy a tener que cagar a piñazos!`, nos decía con esa voz finita que lo hacía más gracioso todavía. Todos en el ómnibus se morían de la risa", agregó Forlán.
EXCEPCIONAL. Hoy, sin embargo, José "Pepe" Urruzmendi recuerda más al jugador que al ser humano. "Era un jugador excepcional, a pesar de sus limitaciones físicas. Salía a marcar a la mitad de la cancha, apuntalaba al número 5 y ganaba en las dos áreas", dijo "Pepe" Urruzmendi.

EL ADIOS A UNA GLORIA DEL FUTBOL URUGUAYO

EL FUTBOL MUNDIAL ESTA DE LUTO MURIO COCOCHO


†EMILIO (Cococho) ÁLVAREZ - (Q.E.P.D.) - Falleció en la Paz del Señor, confortado con los Santos Sacramentos y la Bendición Papal, el día 22 de abril de 2010.- La Comisión Directiva del Club Nacional de Football, participa con profundo pesar el fallecimiento del ex defensor de la divisa tricolor y su sepelio ya efectuado. Ricardo Alarcón, Presidente. Atilio Narancio, Secretario General.
†EMILIO WALTER ÁLVAREZ SILVA (Cococho Álvarez) - (Q.E.P.D.) - Falleció en la Paz del Señor, confortado con los Santos Sacramentos y la Bendición Papal, el día 22 de abril de 2010.- Sus hijos: Emilio Walter y Ana Mercedes Silva, Luis Gabriel y Ana, Patricia Álvarez y Víctor, Janette Álvarez y Hebert; sus nietos: Walter Javier Álvarez, Sebastián Álvarez, Gonzalo Álvarez, Nicolás Álvarez, Stefanie Álvarez, Antonella Álvarez, Ariana Álvarez y Ian Álvarez, sus hermanos, sobrinos y demás deudos participan a las personas de su relación dicho fallecimiento e invitan para el acto del sepelio que tendrá lugar el 24 del corriente, a las 11.30 horas, en el Cementerio del Norte. Casa mortuoria: Ariel 4741, sala preferencial 102. Luis Moro e Hijos S.A. Ariel 4737. Tels. 3593090*.






EMILIO (Cococho) ÁLVAREZ - (Q.E.P.D.) - Falleció en la Paz del Señor, confortado con los Santos Sacramentos y la Bendición Papal, el día 22 de abril de 2010.- Atilio Cazajous y familia participan con profundo dolor el fallecimiento e invitan a sus relaciones a su recuerdo eterno y su sepelio efectuado ayer.
†EMILIO WALTER ÁLVAREZ SILVA (Cococho Álvarez) - (Q.E.P.D.) - Falleció en la Paz del Señor, confortado con los Santos Sacramentos y la Bendición Papal, el día 22 de abril de 2010.- Comisión Directiva, socios y allegados del Club Trouville participan con profundo pesar el fallecimiento del abuelo de su jugador Nicolás. El acto del sepelio tendrá lugar el día 24 del corriente, a las 11.30 horas, en el Cementerio del Norte. Casa mortuoria. Ariel 4741, sala preferencial 102. Luis Moro e hijos S.A. Ariel 4737. Tel.: 3593090*.
†EMILIO ÁLVAREZ (Cococho) - (Q.E.P.D.) - Falleció en la Paz del Señor, confortado con los Santos Sacramentos y la Bendición Papal, el día 22 de abril de 2010.- Compañeros y amigos de Cymaco Repuestos S.A. participan con profundo dolor su fallecimiento e invita a sus relaciones a su recuerdo eterno y su sepelio efectuado en el día de ayer

sábado, 17 de abril de 2010

LOS ARGENTINOS NO APRENDIMOS A PERDER


Extraño el caso del argentino futbolero. Digno exponente de diván, de sesiones con principio y sin final. Un psicólogo se haría un festín. Los argentinos no sabemos perder. No nos enseñaron a perder, una situación que, en variados casos, como lo que ofrece la derrota digna, tiene mayor valor que una victoria indecorosa. Lograda al límite de lo permitido, de lo que exige el reglamento, ese que el ser argentino tan fácilmente se autoengaña con esa suerte de viveza criolla . No sólo no supo ganarle en el juego a Universitario para pasar una etapa de Copa Libertadores. Lo que le ocurrió a ese joven, inexperto y agresivo ejemplo de Lanús de anteanoche es, justamente, eso: no saber perder.
El bochorno no es propiedad exclusiva del aún hoy ejemplar club del Sur, que seguramente va a tomar nota, porque pruebas sobran, hasta de ese inadaptado, disfrazado de socio, que intentó agredir a los jugadores peruanos, que tuvieron la osadía de empatar sin goles con el club que dice amar. "Fue un bochorno, los jugadores está arrepentidos", dice Nicolás Russo, el presidente. "Debemos estar más tranquilos, no nos puede volver a pasar", cuenta Sebastián Blanco, el pichón de crack. ¿Por qué no habría de ocurrirle, también a Lanús, un club que merece ser ejemplo? Si, en el juego de la pelota, todos nosotros nacemos con la premisa de ganar, de ser campeón, de que ser segundo o, eventualmente, quedar eliminado en una primera rueda, es de incapaces. De puro imbéciles.
Alguien nos habrá dicho, alguna vez, que somos los mejores del mundo. O si los fuimos alguna vez, nos insisten en que debemos seguir siéndolo. No aceptamos ser inferiores. Aún se recuerda aquella vez cuando Carlos Bianchi, un DT ganador por excelencia, no aceptó a recibir la medalla del subcampeonato en una final perdida contra Once Caldas. Somos así: no podemos aceptarlo.
Nos escondemos, agachamos la cabeza. O nos ofendemos tanto que lanzamos golpes de impotencia. Vergonzantes piñas al aire. Extraño caso el del ser argentino: si solemos perder en otros escenarios, ¿por qué deberíamos siempre ser los primeros en el fútbol?
No solemos sentir orgullo por los políticos. Ni por los empresarios. Los servicios no funcionan bien. Las instituciones fallan. La inseguridad apremia. Y cuando algo funciona, espiamos para descubrir algo oscuro. Pero el fútbol es otra historia. No se permite perder. La derrota es un martirio. Por eso, así se mostró al mundo Lanús, la contracara de un club ejemplar. Una lástima. Así estamos los argentinos. Derrotados en la dignidad.

martes, 13 de abril de 2010

TRAICION A MEDIANOCHE






















Astrada se enteró por teléfono que había dejado de ser director técnico de River.

Algo sabía Leonardo Astrada. Algo, al menos, intuía. En el mundo doméstico del fútbol, todo se conoce. La versión golpeaba el cuerpo ya herido del Jefe: si no le ganaba a Atlético Tucumán, su suerte estaba sellada. Aunque no lo creía: si hacía pocos días que Daniel Passarella, el presidente, lo había respaldado a pesar de su flojísima campaña. Con esa idea, Leo viajó el sábado a Tucumán, llamativamente sin el Káiser, que se bajó a último momento. Su lugar fue ocupado por Daniel Bravo, el secretario del club. Dejó Buenos Aires como entrenador millonario y volvió a su casa como un conductor despedido más. Por eso, el repetido "no renuncié", cobra una mayúscula dimensión: el DT va a cobrar su contrato, es decir, todo lo acordado hasta fines de diciembre, aunque todavía no recibió un peso desde que volvió al club. Pero, ¿cómo fueron sus últimas horas como DT de River?
En primera fila, sufrió otra decepción de su equipo. El 0-0 contra Atlético Tucumán dejó una marca: 465 minutos sin marcar goles. Y otra señal: no sólo no gana, sino que se acerca, en forma peligrosa, a la zona de descenso.
Golpeado, trató de consolar a sus dirigidos mientras intentaba atender un llamado en su celular. Evidentemente, no había buena señal en la cancha, así que debió salir, cigarrillo en mano (fumó demasiado en las últimas horas), para escuchar la voz de Passarella, que le dijo algo así como que "debían conversar mañana (por ayer), que la situación no era la mejor..." Cortaron. Al rato, sin embargo, el Jefe tomó nota del escenario. Sorprendido, eso sí. Y en esa charla, cuando ya eran las 23 del domingo, escuchó lo que nunca quiso escuchar: "Fue tu último partido como entrenador de River".
Y le aclaró a Passarella lo que iba a declarar horas después: "No voy a renunciar". Por lo que el costo político de la situación, en este caso, iba a ser para los dirigentes, a diferencia de su última salida del club. La cena en el Catalinas Park resultó una imagen desoladora. La reunión con el plantel fue un descargo emotivo. De ambas partes. Se llegó a decir, por caso, que los referentes lo respaldaron. Que Almeyda y Gallardo, no seguirían después del Clausura. Y que hasta Ortega, el ídolo que no jugaba, dolorido y acalambrado, se encontró con el cuerpo técnico cerca de las 3 de la madrugada. Casi nadie quiso dormir.
Astrada se aferró a la almohada. Más enfurecido que dolido. Las imágenes le pasaron rápidamente: si bien sabía que el equipo no iba ni para atrás ni para adelante (siete victorias, ocho empates y once derrotas en el ciclo, casi 35% de efectividad), contaba con los refuerzos futuros y no creía que lo iba a despedir el mismo hombre que lo había apoyado semanas atrás.
Volvió a Aeroparque ya sin la indumentaria millonaria: remera negra, jean y abatido. Sorprendido por la gran cantidad de medios, lanzó un puñado de frases. Menos, tal vez, que en el encuentro en Núñez, en el que selló su salida con Hernán Díaz, con Passarella y con Diego Turnes, el vicepresidente. Y salió del Monumental para ya no volver.
7 entrenadores dejaron su cargo en el Clausura. Además de Astrada, se fueron: Claudio Vivas, en Racing; Chiche Sosa, en Atlético Tucumán; Fernando Gamboa, en Chacarita; Ariel Cuffaro Russo, en Central; Diego Simeone, en San Lorenzo, y Abel Alves, en Boca. De los grandes, sólo el Tolo Gallego, en Independiente, se mantiene.

Indudablemente que los hechos dejan al desnudo la hipocrecía que rodea al FUTBOL DE TODOS. Los tan remanidos CODIGOS, que según los protagonistas, existen en ese ambiente, han quedado DECODIFICADOS. Quizás el 12 de abril deba ser una fecha histórica en este tipo de hechos deleznables y que manifiesta a su vez el poco respeto que se siente, entre unos y otros. Lo de River fué la matinée, con actores protagónicos, como El Fuhrer Daniel y el TRAIDOR que prestó su CAPPA comportándose como un simple BARANDILLERO, para poner a disposición del TORERO, al ya cansado y vapuleado TORO. En la vermouth, dos técnicos al borde del terreno que se acusan con gestos y dichos del más bajo tenor. El ganador, que acusa al vencido, de "chantajear" a sus jugadores para ponerlos en el equipo. Gestos y voces que se observan y se escuchan y la réplica no tarda en llegar. Con una verborragia escenográfica, que no para de gesticular y tambén gritar a los cuatro vientos, que su colega es UN GORDO COMILON, DROGON. acompañado con claros gestos en alusión a dichos supuestos defectos de conducta. Luego en declaraciones radiales y televisivas intenta deformar los hechos diciendo que jamás lo vió ni lo conoce, llegando a decir debe tener problemas psicológicos este chico, al que la única vez que creo haberlo visto, fué por televisión en el partido en Japón contra el Milan. Claro está que la función de la tarde-noche era de mayor intensidad. La hinchada más grande de la Argentina, por lo menos ellos así se califican, dividida entre dos "fantoches" disfrazados de jugadores de fútbol. Un rato antes de salir a la cancha La Bombonera dividida entre pancartas que alentaban a uno y a otro. El ingreso a la cancha me trajo a la memoria, las imágenes del LUNA PARK, cuando salían ALFREDO PRADA y JOSE MARA GATICA, a dirimir un duelo a las piñas muy particular. Claro está que ese era el deporte que practicaban. Cada uno de ellos alzaba los brazos y miraba de frente a su público, con seguridad, con fiereza, como diciendo a sus aficionados. con sus ojos enrojecidos de ira, "a este hoy lo saco". Cuando la pelota empezó a rodar, fué todo distinto. Era todo por Boca, Uno de ellos iba por el record de Cherro, el gol 219 de su larga y extensa campaña. El otro hábil, sagaz, inteligente al servicio del mal, le puso en bandeja el balón, para que solo tuviese que empujarlo. Rápido de reflejos encaró a festejarlo con su público, el goleador había quedado desubicado, el resto del equipo no sabían a que comandos respondían. Unos festejaban con él, otros con el estratega. Entre GATICA Y PRADA ni una sola mirada entrecruzaban. Uno había conquistado batir el record de un GRANDE con mayúsculas: DON ROBERTO CHERRO. El otro había dado una estocada, quizás la final, a una relación que trascendió lo íntimo, lo particular, que tanto mal le ocasionó al equipo al cual pertenecen. Indudablemente que el 12 de abril, quedará registrado en la HISTORIA NEGRA del fútbol argentino.


















CHERRO DESDE EL MAS ALLA LOS MIRABA AZORADO


FANTOCHES
BOQUENSES
COQUETEADORES HISTERICOS
Riquelme por un lado...y Palermo por el otro
En los festejos de los goles se evidenció el clima hostil entre ambos; Riquelme ni se acercó a saludar a Martín y corrió para otro lado, solo; el nueve, en cambio, sí se abrazó cuando Román marcó su tanto
La tarde noche en la que Palermo alcanzó a Roberto Cherro como máximo goleador histórico quedará salpicada para él por un festejo que escondió -o no- algo de bronca acumulada. Bronca por la sequía que postergó esta alegría y porque su distanciamiento con Román hizo que el Diez, que le dio el pase gol, ni se acercara para saludarlo o felicitarlo por el logro.
En cambio, cuando Riquelme marcó su tanto, el tercero de Boca, Palermo sí se acercó y lo abrazó en el festejo.
Tras la derrota ante Colón, Palermo había pedido que tomen decisiones, en alusión, supuestamente, a separar a Román del plantel, para permitir, entre otras cosas, que llegara Barros Schelotto como director técnico.

sábado, 3 de abril de 2010

VUELVE TIGER WOODS LOS HOYOS TIEMBLAN



Un fenómeno con el palo, siempre dispuesto a meterla en el hoyo. Cuántos más hoyos mejor. Vamos Tiger tus fans lo celebran. Te esperan con ansiedad, sin distinción de credos, de razas, de sentimientos diferentes, de actividades distintas. Todos absolutamente todos, y por cierto todas, vuelven a añorar TU PALO. El hoyo quizás inimaginario, los ponen "ellas" y "ellos", tus fans que jamás te abandonaron no lo harán. Te seguirán esperando para disfrutar, para "gozar" con la magia de "tu palo". A disfrutar con tu magia.

viernes, 2 de abril de 2010

EL GRAN CAPITAN DEL P.A.M.I NO SERA SINTOMA DE CRISIS?


La nómina de jugadores mayores de 30 años en el Clausura supera los 80 nombres. Más allá de los casos citados en la nota central, hay otros futbolistas que se han convertido en emblemas de sus respectivos equipos. El ejemplo más significativo es el de Juan Sebastián Verón. A los 36 años, y tras una extensa carrera en Europa, regresó a Estudiantes para conducirlo a la conquista de la Copa Libertadores; la Brujita, además, tiene asegurado un lugar en el seleccionado que acudirá al Mundial de Sudáfrica.
Pero no es el único. Con una montaña de goles, Esteban Fuertes es un ícono en Colón, club del que es el máximo artillero histórico, y a los 37 hasta se dio el gusto de debutar en la selección. José Luis Calderón volvió del retiro tras decirle adiós a Estudiantes, y convocado por Claudio Borghi empezó otra aventura en Argentinos Juniors. Algo similar sucedió con Cristian González: el Kily , de 35 años, dejó su Rosario Central querido para animarse a probar suerte en San Lorenzo